Higiene deportiva
La higiene deportiva
significa mantener una serie de hábitos que ayudan a obtener el máximo
rendimiento con el ejercicio físico y a realizarlo lo con la máxima
garantía de tener ningún problema.
Estos hábitos se pueden
clasificar de varias maneras. En este caso se clasificarán de la
siguiente manera: condiciones previas al ejercicio, condiciones durante
el ejercicio y condiciones posteriores al ejercicio.
Condiciones previas al ejercicio
El
correcto punto de partida para realizar cualquier ejercicio físico es
una revisión médica. Sirve para detectar cualquier posible anomalía de
nuestro organismo.
No se debe hacer coincidir la práctica de
ejercicio físico con la digestión de una comida. Debe preverse que pasen
dos horas como mínimo entre la comida y práctica deportiva.
Se realizará un calentamiento previo, suave y progresivo, que acondicione el organismo.
Condiciones durante el ejercicio
Hay
que utilizar material apropiado a la actividad que se esté realizando.
Se Debe combinar comodidad y eficacia, además de ser transpirable.
La práctica de ejercicio se hará con la intensidad adecuada al nivel de condición física.
Durante el esfuerzo hay que beber líquido, fundamentalmente, si se trata de un ejercicio de larga duración.
Condiciones posteriores al ejercicio
Unos
minutos de actividad física muy suave (paseo, carrera muy tranquila,
unos ligeros estiramientos) acelerarán la recuperación postesfuerzo.
Debe
tomarse una ducha después de la actividad física. Ayudará a una
recuperación mas eficaz, además de ser fundamental para una correcta
higiene corporal.
Una vez acabado el ejercicio, debe hidratarse
correctamente (bebiendo pequeñas, pero frecuentes cantidades de agua).
Influirá decisivamente en la recuperación.
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